miércoles, 25 de marzo de 2009

EXCLUSIVA
Las cajas de ahorros preparan un cierre masivo de oficinas para reducir costes
cajas de ahorros, CECA, crisis, oficinas, morosidad
@E. Segovia / C. Hernanz - 25/03/2009 06:00h
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Es difícil que un colectivo tan heterogéneo como las cajas de ahorros, con unas entidades muy solventes y otras al borde de la quiebra, se ponga de acuerdo en algo. Pero hay un punto en el que coincide todo el sector y que va a hacer tentarse la ropa a los 135.000 empleados de estas entidades: se avecina un cierre masivo de oficinas. La enorme sobrecapacidad comercial del sector -dentro del país más bancarizado de Europa, que es España- y la necesidad de recortar costes como sea para sobrevivir a la crisis hacen inevitable la desaparición de buena parte de su red comercial.
Así lo pusieron de manifiesto los intervinientes ayer en las jornadas financieras de The Wall Street Journal y el Foro de la Nueva Economía en Madrid. José Manuel Sánchez Rojas, presidente de Caja Badajoz, señaló que hace 10 años los bancos y las cajas tenían el mismo número de oficinas, mientras que ahora los primeros cuentan con 17.000 sucursales mientras que la red de las segundas se ha disparado hasta 25.000. Este crecimiento se explica por la fuerte expansión de todas las entidades fuera de su territorio natural, pero resulta exagerado a todas luces y tiene que purgarse.
Se trata de un "crecimiento brutal de oficinas", en palabras de Ignacio Sánchez-Asiaín, director general de BBK, que se suma a una larga lista de "apalancamientos" cometidos por las cajas en los últimos años y que han llevado al sector a su situación actual: apalancamiento financiero -que ha reducido la media del ratio de capital Tier 1 del 14% al 7%-, apalancamiento de fuentes de financiación -recurso masivo a los mercados mayoristas para financiar el exceso de crédito sobre depósitos-, apalancamiento en bolsa mediante la adquisición de participaciones en empresas sin relación con el negocio bancario y apalancamiento de márgenes (el margen básico se ha reducido del 3,60% al 1,90%).
Pero quien ilustró más claramente este problema fue José Ignacio Lagartos, director general de Caja España. Esta entidad tiene 39 oficinas en una capital de provincia de Castilla y León que no quiso identificar, cuando sus propios estudios le indican que la dimensión óptima sería de... nueve. Más aún: "Si se fusionaran las seis cajas de la región, daría lugar a la quinta o sexta caja del país por tamaño de balance; pero si distribuimos los activos entre el número de sucursales o el de empleados de la entidad resultante, sería la número 20 ó 21".
Medidas menos traumáticas
Ahora bien, no todo el mundo en el sector es tan radical: hay quien prefiere soluciones menos dolorosas que el cierre masivo de sucursales. Por ejemplo, Julio Fernández Gayoso, presidente de la gallega Caixanova, apostó por medidas como abrir menos horas o no abrir todos los días en pueblos pequeños, con el fin de reducir el coste de mantener abiertas las oficinas menos rentables. Sánchez-Asiaín sugirió vender productos no bancarios en las sucursales, la racionalización de las oficinas o su venta o permuta.
El propio Lagartos sugirió apostar por la atención multicanal -telefónica, Internet-y por una mejora de la calidad de la red: "Hace 10 años, los clientes pedían un entorno amable y una atención personal; hoy piden básicamente que los empleados entiendan los productos que les colocan".
En todo caso, el sector tiene muy claro que es indispensable reducir costes y mejorar la eficiencia para sobrevivir a la crisis actual. Y el principal coste es el de personal. Álvaro Arvelo, presidente de Caja Canarias, citó como "palancas de gestión" para salir de la crisis una reducción de gastos generales -principalmente los de la red-, junto al cobro por todos los servicios prestados -"desterrar los servicios gratis"- y la cercanía con los clientes.
Alianzas mejor que fusiones
Varios de los ponentes, como Enrique Ambrosio, presidente de Caja Cantabria, añadieron que las cajas pueden asociarse para reducir gastos informáticos -el segundo coste más importante- o compartir servicios como el cumplimiento normativo sin necesidad de fusionarse. El propio Juan Ramón Quintás, presidente de la CECA, aseguró que se pueden obtener fácilmente economías de escala y un acceso en mejores condiciones a los mercados de capitales mediante alianzas.
Sea con cierre de oficinas, con fusiones o con alianzas, "las cajas somos una industria y necesitamos una reducción continua de costes y una mejora continua de la eficiencia y la productividad", según Xabier Iturbe, presidente de la Kutxa. Y el colofón lo puso Lagartos: "Nuestro futuro pasa por lo que exigen actualmente los mercados, que son entidades con un volumen de recursos superior a los 50.000 millones de euros, un ratio Tier 1 de capital del 8% y una eficiencia por debajo del 50%" (50 euros de gastos por cada 100 de ingresos).

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